SOLO QUERIA SALUDARTE

¿Hola, cómo estás?

sólo quería saludarte

sólo quería decirte que te extraño,

que vi tu foto en Facebook

y me di cuenta que después de tantos años

aun suspiro por estar a tu lado.

No, no es culpa mía te lo juro,

es culpa de Gerardo Muñoz

el esta contigo y muestra al mundo tu belleza y esplendor.

Si, yo sé, yo te dejé

pero no fue culpa mía

el destino así lo quiso

pero no me hagas sentir peor

no me eches a mi la culpa

yo sólo quería recordarte

y al ver tu foto, me dieron ganas de llorar.

Tú mejor que nadie sabes que no puedo olvidarte

que sigo aferrado al pasado y no quiero aceptar que todo ha cambiado.

Si me vieras ahora no me reconocerías, tengo muchas canas,

a veces por vanidoso me las pinto.

Mi cuerpo ya no es esbelto como antes

ya no corro ni hago ejercicio.

Nunca fumé

pero me tomo un whisky cuando estoy cansado

sigo siendo optimista

y trato de tener buen sentido del humor para robarle una sonrisa al amor de mi vida

quien es mi sustento, quien me robo el corazón

y me dá alas para volar.

Si me vieras las manos, todas lastimadas y llenas de pintura

es que dejé la pelota por el arte

y la pintura me dá ese escape que necesito para no pensar en el pasado

y mirar hacia el frente, pensando siempre en poner en alto tu nombre

aunque aquí a nadie le importa

sólo a mí.

Quiero confesarte algo

por más de veinte y seis años me hice adicto a otro idioma

mi lucha constante por dominarlo, por no ser su esclavo es en vano

y me resigno a aceptar que es más fuerte y ahora es mi destino.

Y tú, como estás?

Te ves igual que cuando partí

siempre altiva y hermosa

me lo cuenta Paco Pérez aquí en el desierto

especialmente en noches de luna llena.

En fin, sólo quería saludarte

y mi mente se tomó la libertad de divagar por Occidente

de volar por tus calles empedradas

por la Catedral, tu templo Minerva

La Rotonda y el Parque Central,

Si supieras cuanto te extraño, mi adorada Xelajú.

Poema dedicado a mi amigo en la distancia Gerardo Muñoz, gracias por compartir

tus fotos con los que estamos ausentes. Enero 11, del 2012

Edwin R. Vásquez