DON RUBEN

Hombre de estampa tosca

más alto que ningún otro

en la Ciudad de los Altos

Rostro semi-tostado, de sombrero de paja

trabajador, cazador de sueños

Hombre de manos rajadas, cual barro deshidratado

por ir tirando, halando la carreta de madera vieja como sus ropas

Don Rubén, cariñoso con los niños, hombre místico de amable sonrisa

conocedor de historias y leyendas

A él medio occidente le conocía y él conocía al otro medio

Por palacio un cuarto,  por tesoros una cama, un perro

 y un viejo rifle pues gustaba de cazar

era un hombre de buen tino

Le decían "El Ejote" por ser alto y fuerte

caites de cuero curtido y llanta como su piel

pies rajados por el frío inclemente de occidente

Amigo de mi padre, de mi abuelo Nisho, mi amigo

se le recuerda hoy pues don Rubén, usted siempre

hizo el bien, su huella y estancia se quedaron en el corazón

de quien le conoció, usted ve, aun se le recuerda

Hombre alto, ojos sin malicia, melancólicos por su sufrir

con su morral al hombro y dignidad en la frente

afrontando las inclemencias del tiempo, haciendo su Agosto

con las lluvias de Septiembre

Luchaba contra la corriente,  pasando gente de un lado a otro

cual Quijote de la Mancha, don Gigante, don Ejote

Listo a tender la mano, caballero gentil

amigo de Judas Tadeo en la quema del diablo

entre guaro y guaro, buen bailarín, alegre cazador de sueños

y placeres, gigante de occidente, Don Rubén, don Ejote.